Hay que reconocer que la Unión Europea, ha puesto todas sus fuerzas ante la humanidad para ofrecer una sociedad donde se garantice los servicios básicos y aquellos esfuerzos para garantizar todo lo relacionado con los derechos humanos al acceso al agua, sin importar si trabajan con sectores públicos o privados.
Desde el pasado mes de octubre, la ONU se ha visto preocupada por la opinión del Relator Pedro Arrojo, tuvo la oportunidad de proteger su trabajo ante los 193 países que forman Naciones Unidas. Aunque lo que parecía extraño es como una ocasión imponderable de poner una primera posición sobre la visión sobre el mundo con relación al tema del agua, donde ha culpado a empresas de gran prestigio de todo mal, ha terminado por exponer lo incuestionable: Arrojo se empeñó en ir a contracorriente y está solo en su incursión.
La mejor prueba de su soledad se encuentra en respuestas a las importantes democracias presentes tras la presentación de su informe. Sin ir más allá, para el representante de la Unión Europea (UE) donde dio a conocer todas las fuerzas de la humanidad con el fin de forma parte de los esfuerzos para responder a lo que es el derecho humano al agua, bien sean si están relacionados entes públicos o privados, una comprobación alineada con lo que solicita tanto a la Comisión como a las Naciones Unidas mediante sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Propuestas inseguras
Por lo tanto, el representante europeo quedo tan sorprendido por lo que alegaba el informe de Arrojo, que le solicitó directamente a que mostrara en qué sectores consideraba apropiado apostar por la colaboración de los sectores públicos y privados.
En consecuencia, para España, Eslovenia o Alemania, que no solo se formaron con la unión europea, sino que, mantiene el caso de la delegación española, solicitaron directamente a Arrojo que reflexionara y dejar una visión con un valor positivo ante su modelo de gobernanza democrática con relación al tema del agua que unifique mejor los dos sectores que incluyendo fórmulas de colaboración equilibrada ante un sector privado.
Aparte de estas peticiones directas, a Pedro Arrojo se logró comprobar que tampoco existe en su mundo un desarrollo de apoyo. Además, países como Siria, Egipto, Etiopía, Armenia o Argelia no aprovecharon su interposición para honrar lo presentado por el Relator o solicitarle que profundizara lo presentado en el informe llamó la atención de sus propios inconvenientes hídricos, desconocidos por este cargo frente a las Naciones Unidas a pesar de su supuesta misión.