Gracias a la evolución de la tecnología, se ha implementado en el sector de la salud nuevas técnicas para que las personas cuiden de su salud usando aplicaciones móviles, Cintia Speranza, experta en manejos públicos de salud digital y consejera del Observatorio m-Health de la Universidad de Quilmes en Argentina que investiga y sigues estos actuales desarrollos.
Aunque es muy fácil generar una aplicación y dejarla lista en las tiendas de Android o Apple, para que miles de personas con problemas de salud puedan controlarse y del mismo modo ser advertidos por sus teléfonos de sus tratamientos y asesorías.
En la evaluación nueva de una aplicación para tratar la obesidad, se evidenció indicaciones de dieta sin apoyo de evidencias. Igualmente, comenta que muchas drogueras están sugiriendo a los profesionales prescribir sus medicamentos a los pacientes a través del uso de aplicaciones asociadas.
Por ejemplo, el laboratorio “Roche es dirigente en estos progresos”, donde su aplicación para el control de la diabetes es excelente, pero probablemente debe estar regulado en algún momento”
Ante este programa crecen las incógnitas sobre el manejo de la comunicación de los usuarios. Se puede indicar que un porcentaje demostrativo de las aplicaciones se fundamenta en modelo de datos, que pueden ser utilizados para múltiples mercados paralelos, obviando la aprobación de información.
Como retos adicionales, los expertos mencionan la compatibilidad de las aplicaciones en diferentes sistemas informáticos, la poca ejecución de historias clínicas electrónicas y las prácticas digitales desiguales de la nacionalidad.
Aplicaciones eficientes
Las prácticas a nivel estatal son híbridas. Para el 2018, la Unión Internacional de Telecomunicaciones creo una aplicación peruana fundamentada en el entorno Wawared que corrigió la eficiencia en odontología, inmunización, y salud mental en embarazada y la mexicana Mi Salud, que las incita a adoptar prácticas saludables.
Speranza igualmente celebra a Mi Argentina, que concedió acceder a los datos de vacunación durante la pandemia, mejorando y acelerando el trabajo de enfermeras y las gestiones para salir del país.
Aunque experto indican que ciertas compañías sin pensarlo ‘regalaron’ las aplicaciones a gobiernos con el fin de registrar casos o realizar trazabilidad de contactos, adjuntando los datos de personas interesadas.
Durante el 2020, la ONG Global Witness declaró que la app guatemalteca llamada Alerta Guate identificaba el lugar exacto de sus usuarios al remitir información durante la pandemia. Fue financiada por un multimillonario y experto en ciber-inteligencia, con el fin de aprovecharse y atacar a ciudadanos políticos o comercializar publicidad, según la organización.